Wendy había dependido de las gafas desde los seis años, y después de más de dos décadas, el LASIK le dio la libertad de ver claramente sin ellas. Desde ir a la playa hasta disfrutar de películas y actividades nocturnas, está asombrada de lo mucho más fácil que se siente la vida diaria.
A solo unos días de la cirugía, Wendy reflexiona sobre la alegría de ver claramente por primera vez en años. Elogia a su equipo de atención por su apoyo y anima a otros que están considerando el LASIK a dar el paso hacia una visión que cambia la vida. Su experiencia destaca cómo el LASIK puede transformar tanto la visión como la confianza.